Los sustratos salen a la superficie y arden. La tierra hecha de recuerdos. Cada piedra tiene un nombre. El agua las baña con memoria y con el tiempo desaparecen.
Brebajes
Hacia el final, la respiración entrecortada, una bruma espesa, un tacto suave, un destello de luz; el mundo tiembla.
Bullen los remolimos contra las costillas.
Un cuerpo abierto en capas,
una voz que apacigua un bosque en llamas, un entramado de venas que lo irriga con fuego.
La carne antes fría se estremece.
En colisión conozco un puerto desde donde viajar a la exploración de un mar abierto:
un surco de piel extendido; alta mar.
hay un canto de luna
están las olas del mar
hay un núcleo incandescente
está la cordillera
de largo aliento
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